sábado, 25 de septiembre de 2010

Carthagineses y Romanos la batalla más festiva


Miles de personas se congregan en la Cuesta del Batel para presenciar la toma de la ciudad por las legiones romanas. Los guerreros se convierten en una atracción turística más para los extranjeros













El sonido de los tambores de guerra, el tintineo del metal de espadas y escudos, los gritos y cánticos bélicos, los estandartes y pendones meciéndose al viento. Este es el ambiente que se respiraba durante la tarde de ayer por todo el centro de Cartagena, que fue literalmente tomado por tropas y legiones en las horas previas a la batalla de Qart Hadast.




Y es que, si las fiestas de Carthagineses y Romanos tienen un día grande, ese es el viernes, día en el que pese a la tozudez de la historia, no hay en realidad ni vencedores ni vencidos porque en ambos bandos la diversión es la que se alzó con el triunfo.
Hay festeros que confiesan que disfrutan más de las horas previas a la representación de la batalla que durante el acto en sí. La camaradería se hace más fuerte entre unos y otros y las ganas de pasarlo bien se encargan del resto. 
En esos momentos se olvida hasta la omnipresente crisis, porque Carthagineses y Romanos nacieron precisamente como respuesta a una de ellas.


Miles de personas se concentraron en los alrededores del área acotada y en lo alto de la muralla para ver de cerca el choque entre tropas y legiones. Y es que aunque el acto es espectacular, en ocasiones se hizo demasiado lento y con tiempos muertos de los que se quejó parte del público. Pese a ello, el esfuerzo de los festeros y el trabajo de los especialistas que participaron en la batalla, como los jinetes romanos, fue más que suficiente para entretener a los asistentes. 

Tras la batalla, en la que las legiones se alzan con la victoria tras derrotar las tropas que defendían la ciudad, como manda la historia, los romanos desfilaron hasta el campamento festero, donde celebraron la toma de la Qart Hadast púnica, que a partir de entonces sería conocida como Carthago Nova.
hace unos días el presidente de Carthagineses y Romanos, Antonio Madrid, subrayando la creciente proyección internacional de unas fiestas que han cumplido ya veintiún años. Tratando de mirar con los ojos limpios del primerizo, con los ojos del turista atraído por una celebración que quizás le resulte algo más que pintoresca, e incluso con los ojos del cartagenero deseoso de encontrar novedades respecto a las ediciones anteriores, por momento algo de espectáculo de corte cinematográfico sí pareció tener ayer la Batalla de tropas y legiones.
«¿Dónde está vuestro general?», le habían preguntado los de Aníbal a sus enemigos tras la entrada de las tropas y antes de las arengas, en una fase de la Batalla sin el ritmo del conjunto. Y «¿de dónde han salido esas bolas de fuego?», se preguntó la gente cuando vieron rodar hacia las horadas púnicas dos enormes cilindros ardientes en los que se enredaron con habilidad los omnipresentes especialistas. Bengalas, caballos y espadas transportaron al público veinticuatro siglos atrás.
Claro que sería injusto y nada fiel a lo visto desmerecer el empeño de los festeros por mantener viva de principio a fin la mecha del show. No había más que admirarlos desfilando orgullosos, batiéndose a la carrera o coreando su victoria.
 Los romanos se bastaban para brillar por sí mismo, porque su ley impera ya en Carthago Nova, la ciudad que toma el testigo a Quart-Hadast y donde los contendientes olvidan sus diferencias y se exhiben esta tarde en un único y seguro que deslumbrante desfile.
 fotos de la opinion y la verdad

viernes, 24 de septiembre de 2010

Carthagineses y Romanos: La contratación mercenaria de la guerra contra Roma

CONTRATACION DE LOS MERCENARIOS











Determinación y valentía no les faltaron a las tropas carthaginesas para cruzar la costa Mediterránea occidental desde Qart Hadast y llegar hasta las puertas de Roma, donde pusieron en jaque a las legiones.

























El odio eterno que los Bárcidas, dinastía a la que pertenecía el general carthaginés Aníbal, habían jurado a los romanos, sus competidores por la hegemonía en el Mediterráneo, llevó al estratega a protagonizar una de las más grandes hazañas bélicas que ha conocido la historia.



















Llevó sus tropas desde la Carthago africana hasta la capital del imperio en Hispania, Qart Hadast.


Desde allí, marchó hacia Roma, no sin antes contratar a las tropas mercenarias que le servirían durante la contienda.


Fue este acontecimiento histórico el que las tropas carthaginesas rememoraron ayer en el puerto de Cartagena.

Centenares de personas se congregaron para contemplar la recreación del evento y el posterior desfile hacia el campamento festero.

FOTOS: la opinión -  la verdad y propias

jueves, 23 de septiembre de 2010

CARTHAGINESES Y ROMANOS; CONTINUAN LAS FIESTAS


Emilia Paula sube la moral de las legiones
Resignadas, las legiones romanas vivieron ayer una jornada un poco más triste que en años anteriores por la suspensión del Circo Romano, aunque el acto de homenaje a Emilia Paula contribuyó a paliar el mal sabor de boca
Aunque no pudieron exhibir su poderío de la misma manera que en el Circo Romano, su acto principal que este año no se celebra por falta de presupuesto, las legiones no se vinieron abajo y mantuvieron la moral gracias al acto de homenaje a Emilia Paula, la esposa del general Escipión.

LOS FESTEJOS DE TODA CLASE CONTINUAN EN EL CAMPAMENTO Y COMO SIEMPRE LOS MERCENARIOS IBEROS SUELEN SER LOS MAS BULLICIOSOS

martes, 21 de septiembre de 2010

Carthagineses y Romanos y las Bodas de Aníbal e Himilce

Aníbal el general Carthaginés  y la Princesa ibera Himilce: una historia de amor, guerra y diplomacia
Las tropas protagonizaron uno de sus actos principales ante un auditorio abarrotado. Un millar de festeros participaron como figurantes en la representación
Las bodas del general púnico Aníbal y la princesa ibera Himilce, una historia de amor, guerra y diplomacia. Este es el evento histórico –casi legendario– que las tropas rememoraron ayer en el puerto de Cartagena ante un auditorio que, año tras año, mantiene su fidelidad al principal acto carthaginés.

Lo que empezó siendo un matrimonio de Estado, se terminó convirtiendo, según cuenta la historia, en una alianza por amor. En apenas una hora, ambos personajes pasaron del odio y el desprecio al cariño mutuo.

Más de mil festeros participaron ayer en el acto, que ha pasado por diversos escenarios en las distintas ediciones de Carthagineses y Romanos, desde el auditorio del parque Torres hasta el estadio municipal Carthagonova.

domingo, 19 de septiembre de 2010

INGREDIENTES y CONXURO DA QUEIMADA, MERCENARIOS IBEROS CARTAGENA


INGREDIENTES DE LA QUEIMADA

 Aguardiente, azúcar blanco fino, cortezas de limón sin la parte blanca interna y cuatro o seis  granos de café

LA PREPARACIÓN
 En un recipiente de barro cocido se vierte el aguardiente y el azúcar, en la proporción de 120 gramos por cada litro de líquido.  Es fundamental la disolución y mezcla del azúcar y el orujo  antes de prender el fuego.

Se añaden cortezas de limón (sin la parte blanca interna ) y los granos de café.
En el  cazo pondremos un poco de azúcar con aguardiente. Es bueno poner el fuego tanto por abajo para calentar el cazo, como en el lateral del mismo para que arda el orujo y prenda la llama sagrada.
Muy despacio, se acerca al recipiente hasta que el fuego pase del cazo a la vasija y con moderada agitación va ardiendo toda la parte superior que tendremos que ir moviendo.

Es bueno estar quemando hasta que el azúcar se consuma.

Casi al final y en el mismo cazo, se echa un poco de azúcar, esta vez en seco, y colocándolo sobre la queimada se mueve hasta convertirlo en almíbar, que se vierte sobre el fuego y, removiéndolo, esperamos a que las llamas tengan un color azulado.


ESE ES SU PUNTO EXACTO

CONXURO DA QUEIMADA GALEGA

Mouchos, coruxas, sapos e bruxas.
Demos, trasnos e dianhos, espritos das nevoadas veigas.
Corvos, pintigas e meigas, feitizos das mencinheiras.
Pobres canhotas furadas, fogar dos vermes e alimanhas.
Lume das Santas Companhas, mal de ollo, negros meigallos, cheiro dos mortos, tronos e raios.
Oubeo do can, pregon da morte, foucinho do satiro e pe do coello.
Pecadora lingua da mala muller casada cun home vello.
Averno de Satan e Belcebu, lume dos cadavres ardentes, corpos mutilados dos indecentes, peidos dos infernales cus, muxido da mar embravescida.
Barriga inutil da muller solteira, falar dos gatos que andan a xaneira, guedella porra da cabra mal parida.

Con este fol levantarei as chamas deste lume que asemella ao do inferno, e fuxiran as bruxas acabalo das sas escobas, indose bañar na praia das areas gordas.
¡Oide, oide! os ruxidos que dan as que non poden deixar de queimarse no agoardente, quedando asi purificadas.
E cando este brebaxe baixe polas nosas gorxas, quedaremos libres dos males da nosa ialma e de todo embruxamento.
Forzas do ar, terra, mar e lume, a vos fago esta chamada: si e verdade que tendes mais poder que a humana xente, eiqui e agora, facede cos espritos dos amigos que estan fora, participen con nos desta queimada.