Que la vida es una puta mierda no hay persona medianamente inteligente que lo niegue, cuando no pasa esto, pasa lo otro y, a mi edad, cuando no te duele el cuerno derecho te entra un taquicardia, eso es la vida normal.
Pero… en la inteligencia y el coraje personal está la solución, o buena parte de ella.
Estoy disfrutando de mi hijo, de la misma manera que creo que mi Junior está disfrutando con su padre.
Tenemos un carácter parecido en cuanto a la comprensión de las personas, creo que sabemos disculpar muchas cosas que simplemente las vemos entupidamente banales y , en fin… que sabemos quienes somos, padre e hijo, pero también amigos y sufridores de cosas en común.
Hoy domingo nos hemos acercado al “Almuerzo motero de Pozo Aledo”.
Yo disfruto yendo de paquete en la Yamaha 1300, el tiene temple y conduce bien y sin sobresaltos.
Hemos pasado un buen rato, nos hemos reído, convidado y hablado lo justo como para estar bien.
A mi no se me ve en estas fotos, claro… era yo el fotógrafo, pero mi niño si sale muy bien acompañado.
Contra el dolor, diversión.
Unos minutos de relajación dan más salud que dos docenas de aspirinas, te lo juro.
