domingo, 26 de julio de 2009

37 AÑOS DE AQUELLA TRÁGICA VELADA MARÍTIMA

ES CIERTO Y DEMOSTRABLE, ESTUVE A ESCASOS METROS DE AQUELLA CATÁSTROFE, TERRIBLE, ESPANTOSA… Y NO ESTUVE ENTRE LOS DESAFORTUNADOS SIMPLEMENTE POR EL CORAJE DE MI SUEGRO QUE SE EMPEÑÓ (con mi ayuda secreta) A NO DEJARNOS EMBARCAR EN AQUELLA FRÁGIL PATACHA, EL PREVIÓ LA CATÁSTROFE, A MI ME PRECIPITÓ A MI CAOS PARTICULAR, PERO ESA ES OTRA HISTORIA… TOTALMENTE CONSECUENCIA DE ESTA.















En los meses de verano se celebraban en Cartagena las Fiestas en honor a la Virgen del Carmen y a Santiago.

Una de las mayores atracciones de estas fiestas era la velada marítima que se celebraba el día de Santiago, 25 de julio.

Se trataba de una cabalgata nocturna por el mar de nuestra bahía, el desfile compuesto de barcazas transformadas en carrozas artísticamente adornadas con el particular sello cartagenero que a cualquier furgoneta la convierte en trono.

Como digo, hacían su recorrido por la dársena del puerto hasta el barrio de Santa Lucía, donde se procedía a su recogida.

En julio de 1972, un accidente en la barcaza "Río Tajo", con diez víctimas mortales, puso fin a este espectáculo marítimo del que todavía no nos hemos recuperado emocionalmente.

Las fiestas conocidas como “Feria de Cartagena” duraban diez días desde el 16 al 25 de Julio.

Fiestas muy populares con tardes de toros, batallas de flores, coso multicolor, fiesta en el muelle todo el día, procesiones marítimas y el acto estrella de las fiestas: La Velada Marítima.










Patachas y barcazas decoradas como palacios chinos, elefantes, dragones, templos romanos… luz , sonido y castillos de fuegos artificiales.

Eran unas grandes fiestas, hasta que aquella fatídica noche murieron 10 personas en la velada marítima al producirse un accidente con la barca que presentaba el ayuntamiento.

Con la triste muerte de esas diez personas se despidió la fiesta.

Han pasado 36 años y muchos seguimos soñando con aquel crujir de madreras, aquellas luces en el agua y como cientos de gritos aterrorizados salían desde aquella oscuridad marina, aun hoy ,siguen golpeando mis sentimientos más impotentes.

Todavía me duele aquella oscuridad.