martes, 7 de febrero de 2012

Paseos dominicales entre mundos paralelos


Desde la abismal mazmorra hasta la más alta cumbre hice frente al Balrog de Morgoth.

Hasta que al final abatí a mi enemigo y esparcí sus restos por la ladera de la montaña.

La oscuridad me llevó y perdí la noción del tiempo.

Sentía a las estrellas en el firmamento y cada día era tan largo como una edad completa en la tierra... Pero no fue el fin.

¿Te niegas a reconocer a la muerte incluso cuando la ves tan cerca?

Ni todo lo que reluce es oro, ni todos los apenados están derrotados, muertos o abandonados...

La vía, por vieja que esté, marca un camino...

Mundos paralelos, el paso

Mundos paralelos,  horizonte visible

Mundos paralelos, abandono y desolación

Mundos paralelos, nubes de hierro





© José María Navarro Cayuela