Después de la peor de las noches, el sol siempre sale, no falla en su cita diaria, no se le hace tarde ni pone excusas, un día estará más fuerte y su presencia será agobiante, otros en cambio, a malas penas asomará su cara por entre las nubes, pero el está ahí, cumpliendo con su trabajo.
… y el milagro del amanecer se cumplió de nuevo… que no es poco.
Puerto de cobijo en el Faro de San Pedro, el cálido color rojo del amanecer lo fue dominando todo y me llenó de calor y esperanza el resto del día; aquella noche casi interminable quedó en el olvido.
Puerto de cobijo en el Faro de San Pedro |