Desde la abismal mazmorra hasta la más alta cumbre hice frente al Balrog de Morgoth.
Hasta que al final abatí a mi enemigo y esparcí sus restos por la ladera de la montaña.
La oscuridad me llevó y perdí la noción del tiempo.
Sentía a las estrellas en el firmamento y cada día era tan largo como una edad completa en la tierra... Pero no fue el fin.
¿Te niegas a reconocer a la muerte incluso cuando la ves tan cerca?
Ni todo lo que reluce es oro, ni todos los apenados están derrotados, muertos o abandonados...
La vía, por vieja que esté, marca un camino...
Mundos paralelos, el paso |
Mundos paralelos, horizonte visible |
Mundos paralelos, abandono y desolación |
Mundos paralelos, nubes de hierro |
© José María Navarro Cayuela