BARCOS ROMANOS DE HIERRO COLGADOS EN ARQUA, ¿QUIEN LO AUTORIZA?
Si paseando por el exterior del museo ARqua en el puerto ves a través de sus enormes cristaleras dos cosas raras, bonitas o no, pero raras y por supuesto nada históricas; los armatostes esqueletizados de dos supuestos barcos romanos, (supuestos, en absoluto históricos) te puede gustar o no, nada que decir sobre gustos, de la forma en la que están puestos, mejor dicho, colgados, tambien te pueden gustar o no, pero… si te filtran de buenísimas fuentes, que existe preocupación e inquietud de los arquitectos responsables de la cosa por lo de los pesos y tal... ya no te tienes que quedar en el anecdotario de si te gusta o no, la cosa se eleva a nada menos que ¿Oiga maestro, estamos seguros aquí abajo?
En el Museo Nacional de Arqueología Submarina, después de tantos años de proyectos y retrasos no podemos entrar en otra nueva cosa de “a ver si se nos cae esto encima” es el Museo de Arqueología Marina y no se que más y no la Casa de los Horrores, ¿me se entiende o algo?
Que no joder, que no.
Los responsables de las estructuras, la seguridad y la leche, ¿ tenían previsto algo de esto, están de acuerdo, se puede hacer?
Que se diga ya, ahora antes de abrir.
Estos grandes barcos colgados de la cubierta del museo, podrían suponer un peligro para los usuarios y visitantes del museo, y para el propio museo , claro.
Uno que no pasaba por allí así por las buenas precisamente (es de los que dicen que saben de lo que hablan) me ha confirmado, que ciertos mandamases no se responsabilizan de las consecuencias que pueda producir el elevado peso de las naves, ( que ya se que no son ni naves ni hostias, sino cosas modernas para impresionar a paletos) ya que la dirección técnica de la obra no contemplaba esta situación cuando se planificó la cubierta, y no les consta que se hayan realizado los pertinentes informes técnicos de cálculo de cargas sobre la estructura de estos nuevos elementos y tal y cual.
Vamos a ver, es muy fácil:
¿Se pueden colgar esas estructuras de hierro enrobinado del techo del museo sin que se venga todo abajo?
Cuando yo esté por allí abajo, viendo cacharros del año del catapún, ¿me romperá la crisma un cacho barco romano que ni es barco ni romano ni pijos en vinagre?
Que si, dígase. Que no sabemos, quítese, venga joer, que no es tan complicada la cosa, son solo dos posibilidades, a saber: Si; No.
Ya está.
