Pero antes le voy a dar la oportunidad a mi pueblo adoptivo, de mostrar tan solo un poquito de lo mucho que aquí se hace.
Siempre hay algo, música, teatro, deporte, concursos y cursillos, actividad, mucha actividad.
Aquí nos reunimos el pasado domingo algunos amigos, Seve, Benigil, Evaristo y yo mismo.
Estuvimos en La Plaza, bar ilustre del buen amigo Federico, donde todo el personal (incluido el mismo) iban disfrazados a juego con el día que era.
Un buen rato en un buen día.
Tal vez mañana o pasado empiece con la serie fotográfica de Semana Santa, pero antes vamos a despedirnos bailando, una excelente medicina para estos tiempos tan duros.
Pero hoy sigue siendo hoy, por lo tanto... a bailar.
