INGREDIENTES DE LA QUEIMADA
Aguardiente, azúcar blanco fino, cortezas de limón sin la parte blanca interna y cuatro o seis granos de café
LA PREPARACIÓN
En un recipiente de barro cocido se vierte el aguardiente y el azúcar, en la proporción de 120 gramos por cada litro de líquido. Es fundamental la disolución y mezcla del azúcar y el orujo antes de prender el fuego.
Se añaden cortezas de limón (sin la parte blanca interna ) y los granos de café.
En el cazo pondremos un poco de azúcar con aguardiente. Es bueno poner el fuego tanto por abajo para calentar el cazo, como en el lateral del mismo para que arda el orujo y prenda la llama sagrada.
Muy despacio, se acerca al recipiente hasta que el fuego pase del cazo a la vasija y con moderada agitación va ardiendo toda la parte superior que tendremos que ir moviendo.
Es bueno estar quemando hasta que el azúcar se consuma.
Casi al final y en el mismo cazo, se echa un poco de azúcar, esta vez en seco, y colocándolo sobre la queimada se mueve hasta convertirlo en almíbar, que se vierte sobre el fuego y, removiéndolo, esperamos a que las llamas tengan un color azulado.
ESE ES SU PUNTO EXACTO
CONXURO DA QUEIMADA GALEGA
Mouchos, coruxas, sapos e bruxas.
Demos, trasnos e dianhos, espritos das nevoadas veigas.
Corvos, pintigas e meigas, feitizos das mencinheiras.
Pobres canhotas furadas, fogar dos vermes e alimanhas.
Lume das Santas Companhas, mal de ollo, negros meigallos, cheiro dos mortos, tronos e raios.
Oubeo do can, pregon da morte, foucinho do satiro e pe do coello.
Pecadora lingua da mala muller casada cun home vello.
Averno de Satan e Belcebu, lume dos cadavres ardentes, corpos mutilados dos indecentes, peidos dos infernales cus, muxido da mar embravescida.
Barriga inutil da muller solteira, falar dos gatos que andan a xaneira, guedella porra da cabra mal parida.
Con este fol levantarei as chamas deste lume que asemella ao do inferno, e fuxiran as bruxas acabalo das sas escobas, indose bañar na praia das areas gordas.
¡Oide, oide! os ruxidos que dan as que non poden deixar de queimarse no agoardente, quedando asi purificadas.
E cando este brebaxe baixe polas nosas gorxas, quedaremos libres dos males da nosa ialma e de todo embruxamento.
Forzas do ar, terra, mar e lume, a vos fago esta chamada: si e verdade que tendes mais poder que a humana xente, eiqui e agora, facede cos espritos dos amigos que estan fora, participen con nos desta queimada.